Horror Folk | La Oscuridad en la Humanidad
- Arturo Guzmán
- 18 nov 2020
- 7 Min. de lectura

El miedo ha estado siempre con nosotros y es parte del ser humano, por lo que creo el terror es uno de los mejores géneros para dar un vistazo a la peor cara de la humanidad.
Sin embargo, lo que nos atañe en esta ocasión no es el terror en general, sino uno en particular.
Un subgénero que bebe de las tradiciones, leyendas y mitos populares, mismos que han sido pasados de generación en generación.
Aquel que nos muestra que a veces, los monstruos somos nosotros.
Me refiero al Horror Folk u Horror Popular, pero para poder entender los temas que trata, y saber a dónde va, debemos conocer qué es y de dónde proviene.
PARTE I: ¿DE DÓNDE VIENE?
El término, como tal, de acuerdo con varias fuentes, fue mencionado por primera vez por el director Piers Haggard, para referirse a su cinta The Blood On Satan’s Claw en una entrevista para la revista Fangoria.
Y no es casualidad que alguien como él lo trajera a la conversación, considerando que su película es tenida como una de las integrantes de la “trilogía” estándarte del subgénero, junto a The Wicker Man y The Witchfinder General.
Y ahora que mencioné a dichas películas, podemos encontrar patrones que nos dan pistas acerca de las temáticas: Cultos, temor a las brujas, devoción que roza el fanatismo, festividades paganas, los campos de Inglaterra como escenario principal y referencias a antiguos dioses y demonios, por lo que si nos adentramos en esto, encontraremos similitudes con varias producciones más, y lo que me parece aún más fascinante es que no solo se percibe en series o películas, sino también, en textos, como por ejemplo La Lotería, una historia corta, escrita por Shirley Jackson, que retrata la extraña tradición de un pequeño pueblo que gira en torno al mencionado juego.
Ok, entonces… el horror folk va de leyendas europeas, invocaciones, brujería y comunidades rurales, ¿cierto? Pues…. Sí y no, ya que aquí entramos en una vertiente…
Impetigore, es una cinta Indonesia de 2019, que tiene como detonante de su historia leyendas de un pequeño y misterioso pueblo en medio de la selva, azotado por una maldición, y cursiosamente, tiene un final por demás similar a La Masacre de Texas.
Así como esa, podemos encontrar otros ejemplos alrededor del globo: Kuroneko, Valerie y su semana de Maravillas, Il Demonio, Onibaba, Kwaidan, Viy, Leptiírica y November y si querernos irnos más atrás, Haxan, cinta de 1922 que es tenida como la primera cinta de “Horror Folk”.
Sin embargo, y aquí quiero hacer un paréntesis en el video, no porque una historia incluya un elemento de la cultura regional quiere decir que se vuelve “horror folk” en el sentido del subgénero.
Incluso la historia de que tu primaria era antes cementerio puede contar como una leyenda.
Todo tiene que ver con la dirección y el contexto que se le dé a la idea.
Ejemplo de esto es el caso de La Llorona y su representación en la película de 2019.
Tiene un elemento popular del imaginario latinoamericano, sí, no obstante, la historia que se nos muestra pierde su sentido cultural original.
Así que… si no sólo se trata de elementos de la cultura europea, sino que también se puede manifestar en otros continentes y si no todas las historias con leyendas son horror folk…
¿Qué SÍ las hace pertenecientes?
“El horror folk es como una clase de historia con espantos”.
Así se titula un artículo, en el que, a grandes rasgos, se enlaza la parte regional con lo narrativo de las historias que se cuentan… y no podía estar más de acuerdo con eso.
En El Wendigo, escrito por Algernon Blackwood, se nos relata el viaje que un grupo de exploradores realiza a los densos bosques de la región norte del continente americano en busca de pieles, no obstante, presencian los estragos que la criatura mítica conocida como el Wendigo causa, afectando y llevando a la locura a uno de sus integrantes.
A pesar de que en esta historia nunca se menciona de forma explícita el aspecto de la bestia, aun así nos formamos una idea de cómo es, gracias a un personaje especial conocido como Punk, un viejo indio conocedor de las leyendas locales, mismas que fungen como el motor del miedo, el miedo a no saber QUÉ nos está acechando.
Como un dijo sabio una vez: Lo único peor a sentirse completamente solo, es estarlo y sentir que alguien te observa.
El Wendigo no es ningún invento de la literatura moderna, es una criatura que vive en el folklor de las poblaciones de nativos americanos y que, según las leyendas, lleva generaciones acechando los bosques de la Región de los Grandes Lagos, sirviendo a su vez como metáfora del canibalismo y un recordatorio del poder que la naturaleza puede ejercer sobre el hombre, si se es desafiada. Las características de la bestia son producto donde procede, cargando consigo una parte de la historia del lugar de origen.
Así que, si podemos destacar 4 características fundamentales en todo esto son: La atmósfera, la soledad, invocaciones o referencias religiosas y los sistemas de creencia.
ATMÓSFERA:
Las atmósferas en las obras de este subgénero se caracterizan por tener auras misteriosas, con secretos arraigados a las zonas de donde provienen, mismos que son narrados y muchas veces temidos por los habitantes, pero que son ajenos a los extraños.
En este sentido, el Horror Folk está acompañado de la “psicogeografía”, o el cómo un espacio geográfico puede afectar psicológica y emocionalmente a los individuos.
Desde profundos bosques, hasta pueblos fantasmas.
Desde campos agrícolas en Inglaterra, hasta formaciones rocosas en Australia, como en Picnic At Hanging Rock, cinta dirigida por Peter Weir que toma como principal escenario al extinto volcán, mismo que era custodiado por aborígenes hasta que fueron desplazados del lugar tras la colonización del territorio.
Hanging Rock es conocido por muchas leyendas relacionadas a estos pueblos, que llevaban a cabo ceremonias religiosas ahí, a la vez que temían a los espíritus habitantes de la zona.
En Hagazussa, no hay llanuras, sino todo lo contrario. Situada en los bosques de los Alpes, explora la trastornada mente de una joven, luego de ser tachada de bruja por la gente de la villa, dando paso a una serie de eventos por demás incómodos.
“Después de investigar sobre las viejas creencias paganas y el folclore sobre las brujas, que se suponía deambulaban por los bosques de la montaña en esos tiempos, mi interés era desarrollar un personaje que estos cuentos populares hubieran calificado de bruja, pero profundizar en su psique y verla como la persona traumatizada, maltratada y finalmente delirante que construyó esa sociedad. Además de comprender las cosas absolutamente malvadas a las que se llevó a las personas mientras padecían psicosis en la Edad Media y estaban rodeadas de superstición y persecución religiosa”.
Menciona Lukas Feigelfeld, director y escritor de la película
Por cierto, la palabra Hagazussa, proviene del Alto Alemán Antiguo y quiere decir… Bruja.
A pesar de usualmente estar relacionado con comunidades rurales, locaciones remotas y centros ceremoniales antiguos, el horror folk no se limita sólo a eso, puesto que incluso las personas pueden cargar consigo las tradiciones y llevarlas a espacios urbanos.
Kill List, de Ben Wheatly es un ejemplo de esto.
SOLEDAD:
Y si la geografía puede afectar la mente de los personajes, la soledad también.
Sin embargo, en este caso no solo podemos referirnos a una soledad literal, sino también metafórica.
Tanto los personajes pueden encontrarse aislados de los demás, con un peligro acechando y fuera de la sociedad y reglas que comprenden, como en la ya mencionada The Wicker Man o estar acompañados y al mismo tiempo… solos, e incomprendidos.
En la conocida The Witch, dirigida por Robert Eggers, Thomasin, la protagonista de la historia, pierde a su hermano recién nacido a manos de un bruja, por lo que a causa de esto, su familia comienza a romperse, víctimas de sus estrictas morales puritanas, orillándola a poner a prueba su fe, para finalmente, encontrar refugio en el Diablo mismo.
El núcleo represivo en que vivía la exprimió a tal grado de que el único lugar en el cual pudo hallar paz, fue al lado de brujas, para poder vivir libremente.
En Midsommar, suceden ambos casos, puesto que tanto el grupo de extranjeros llega a un lugar ajeno a sus costumbres y en el caso de algunos, sin respetar las creencias de estos, como Dani encuentra una comunidad empática con su dolor, luego de estar en una relación que le afectaba emocionalmente más que ayudarla a superar el fallecimiento de sus padres y hermana.
LEYENDAS, RELIGIÓN Y CREENCIAS:
Ya sean fantasmas buscando venganza o historias sobre brujas en un bosque, las leyendas y mitos son elementos que no pueden faltar y son recurrente en el subgénero, además de que me atrevería a decir, son la base del mismo.
Tanto demonios como figuras divinas son adoradas en estas obras y dictan la forma de vivir de los habitantes en las comunidades, quienes siguen de manera enfermiza las lecciones.
Y sin embargo, como se hace evidente en la mayoría de los casos, no son las entidades sobrenaturales quienes propician hechos horribles, sino la gente misma.
El cómo la vida de personas se tornan en pesadillas, producto de la ignorancia, combinada con un rechazo a lo desconocido.
Todos los elementos anteriores ayudan a reforzar estos últimos. Las atmósferas desoladas, cargadas de misterio, moldean la psique de las comunidades, quienes crecen aisladas del resto del mundo, siguiendo las lecciones dadas por profetas y líderes religiosos, quienes controlan a la población, necesitada de un guía ante la oscuridad.
Detrás de la aparente perfección que dichas comunidades proyectan, se ocultan ritos y ceremonias ajenas a quienes llegan, pero lo que resulta verdaderamente aterrador, es que los habitantes creen firmemente que lo que hacen es lo “correcto”, lo que está bien. Que el orden natural de las cosas gira en torno a dichas tradiciones.
A final de cuentas, ese es el terror al que se refiere incluso el nombre del subgénero mismo. Folk Horror, o bien “el terror a las personas”.
Es lo que separa a algo como Chucky, del Charro Negro; a Jason de los nahuales. Unos sabemos que son netamente ficticios, mientras que los otros, son historias contadas desde generaciones atrás, que siguen viviendo en el imaginario colectivo y están cargadas de contexto histórico detrás de las mismas, por lo que, no son tomadas tan a la ligera…
En estos tiempos tan globalizados, las leyendas locales son una forma de recuperar esa identidad y dotar de misticismo a las regiones de donde provienen.
Ahondar en los deseos primitivos por regresar a tiempos más sencillos; rendir culto a deidades paganas, encontrar un sentido de pertenencia luego de vivir sociedades individualistas; buscar sanación en la naturaleza cuando esta misma ha demostrado lo indiferente que llega a ser.
Como mencioné al principio, el terror me parece el mejor género para descubrir los demonios humanos, mirar al abismo; y estas historias se encargan muy bien de eso.
El Folk Horror, es, en sí, el miedo… a la gente.
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